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lunes, 7 de mayo de 2012

El Saló de Barcelona 2012. La crónica y algunas reflexiones.


Este año la crónica del Saló Internacional del Còmic de Barcelona 2012 quiero que sirva más para la reflexión que para la información. Creo que por diversos motivos tanto FICOMIC como el Saló no están cumpliendo desde hace años con su papel ante los aficionados y profesionales del tebeo y me gustaría analizarlo con vosotros con detalle.


Asistí al Saló dos días; el viernes unas dos horas por la tarde y el sábado por la mañana. La diferencia en cuanto a asistencia de público fue espectacular y resulta cuanto menos llamativo el aspecto desangelado que presenta el recinto los días laborables. Las fotos que ilustran estas reflexiones las hice el sábado.


Lo mejor.

El Gran Premio del Saló a José Ortíz ha sido el gran acierto de esta edición. Un premio merecidísimo y que servirá para poner más de relieve la extraordinaria trayectoria de un artista genial y profesional al mismo tiempo.


Las exposiciones han sido otro de los puntos fuertes de esta edición del 2012. La dedicada a Winsor McCay fue simplemente espectacular con originales preciosos y mucha información. Lástima que los organizadores la emplazaran en una esquina del pabellón convirtiendo la muestra en una instalación semiclandestina que evidencia que cada vez les resulta más molesto el aspecto cultural del SalóMoebius tuvo su recuerdo con algunos originales, reproducciones de obras por publicar como el nuevo Arzak y homenajes a su obra de autores patrios. Aunque me interesaron menos las exposiciones dedicadas a China, a Spider-man, a las Hazañas Bélicas de Jordi Longarón y a la revista Cavall Fort han sido bastante dignas.

Un original de Little Nemo in Slumberland.



Finalmente Juanjo Guarnido tuvo su exposición que para mi gusto fue la más espectacular en cuanto a diseño de espacio con bocetos y originales de su obra emblemática Blacksad.


Dos aspectos de la muestra sobre Juanjo Guarnido




Otro aspecto positivo fue el estreno de las nuevas editoriales como EDT, ECC que contaron con stand propio y de Entrecomics Comics que celebró su nacimiento con una fiesta en un local del barrio del Poble Sec a la que desgraciadamente no pude asistir.


Lo peor.

La banalización de la cultura de la historieta en el Saló es realmente bochornosa; todo vale para atraer visitantes sin que el mundo del comic sea ni tan solo una excusa lejana. Robots, Star Wars pero centrandose en las películas, stands de chocolate... que si Prometheus, que si Rock in Rio... Y sin embargo ninguna de las grandes tiendas de comics de Barcelona están presentes en el Saló porque no les resulta rentable, porque han de competir contra grandes multinacionales que tienen al comic como un negocio marginal y porque tienen que luchar con stands de chuches, golosinas, de móviles o retratos en vivo y es que el dinero de la peña no es infinito. Y no hablemos de lo que piensan algunos distribuidores...


Pocas novedades. Este año me ha sorprendido el escaso volumen de novedades especialmente pensadas para el Saló. En parte porque las editoriales han aprovechado la cercanía del día de libro para hacer lanzamientos conjuntos, en parte porque tanto editoriales como compradores están tiesos pero la verdad es que de 200 ó 250 novedades de años anteriores hemos pasado a 30 ó 35 y de un nivel bastante bajo.

Un aspecto general del emplazamiento de la exposición dedicada a Winsor McCay.

El ostracismo del mundo del comic en el Saló es también una auténtica vergüenza. Parece que todo lo que esté relacionado con una visión cultural molesta a la organización y es apartado. El emplazamiento de la exposición de Winsor McCay no tiene nombre, en un corner del recinto casi clandestina. Las condiciones de la sala de actos son lamentables con una sonorización pésima y con la megafonía del pabellón a todo trapo obligando a los conferenciantes a esperar su turno.


Max Frezzato, Joost Swarte y Baru en la sala de actos dedicada a Juanjo Sarto.


Por diferentes vías he podido asistir a la prepotente actitud que FICOMIC mantiene con las personas interesadas en el mundo del tebeo; desde los blogs, grupos de rock e incluso con algunos de sus socios fundadores. Parece que los organizadores están más pendientes de sacar partido económico y personal de la muestra que de vertebrar durante unos días el sector del comic español. Cabe recordar que la entidad recibe subvenciones públicas y no creo que sean para organizar conciertos de Rock in Rio, exposiciones de videojuegos o paradas de chuches. Esto de FICOMIC empieza a no colar.

El cartel original de Paco Roca.

Por cierto una tengo una curiosidad ¿Qué pasó con el cartel de Paco Roca? ¿No tenía dos caras para representar tanto el mundo del autor como el del aficionado? ¿Porqué en la mayoría de carteles que podías ver por el Saló se mostraba sólo un lado? ¿Se lo comunicaron al autor?

Un ejemplo de la mutilación del cartel de Paco Roca.

Conclusión ¿Hacia un Saló alternativo?

Parece ser que cada vez va tomando más cuerpo la idea de montar un Saló alternativo. No hace falta un pabellón ferial para reunirnos los amantes del tebeo de Barcelona y aledaños. No hace falta convertir la muestra en una especie de chiqui-park gigante con animadoras y animadores vestidos estrafalariamente. No es de recibo ir echando al sector de la muestra para quedarse con todo el pastel ni seguir banalizando el comic por los medios de comunicación ya muy receptivos a este enfoque infantil. Y es que además para ciertos distribuidores y libreros hace años que no sólo no ganan dinero con el Saló sino que les hace la competencia de forma desleal y subvencionada.

 El stand del El Corte Inglés, una polémica novedad.

El stand de La Cúpula.

Yo abogo por un certamen más reducido, enfocado a dignificar el medio y centrado a divulgar las obras y los autores de todos los géneros de manera adulta y civilizada. Si queréis no se llamará Saló, se puede llamar mostra, certamen o convención y puede coexistir con el de FICOMIC pero sin duda ha de tener un enfoque radicalmente distinto centrado en los aficionados y profesionales de este medio tan castigado y al mismo tiempo tan hermoso y poderoso.

Galería de imágenes.

Varios aspectos de la exposición dedicada a The Amazing Spider-man.





El espacio dedicado a China.


Más ejemplos de la exposición dedicada a Winsor McCay.



Detalles del homenaje a Jean Giraud/Moebius.




Rags Morales firmando.

Gilbert Shelton firmando y apoyando en el stand de La Cúpula.

Y Tanino Liberatore también quiso estar en La Cúpula.


Salut!

13 comentarios:

Alberich el Negro dijo...

TRISTÁN dijo...

"una instalación semiclandestina que evidencia que cada vez les resulta más molesto el aspecto cultural del Saló".

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Algo parecido ocurrió con Lucca, y
la cosa no terminó demasiado bien...

Alberich el Negro dijo...

Por cierto caballero: ¿podrías decirme qué número de piezas (aproximadamente, por supuesto) se expusieron en la monográfica dedicada a Winsor McCay?

Tengo para mí que voy a arrepentirme de no haber viajado a Barcelona para verla... Pero bueno...

Un abrazo (pero sin apretar demasiado, pues nos quedamos sin aire).

Alberich el Negro dijo...

Acabo de ver la foto que has publicado sobre la ubicación de la exposición de McCoy. ¿Ese es el espacio total que ocupó?

tristan dijo...

Alberich,
como decía Jack el Destripador; vayamos por partes.
No conocía las causas del cierre de Lucca que fue durante bastantes años el paradigma de Salón europeo pero aquí la cosa no pinta nada bien.
Sobre las piezas de McCay soy incapaz de decirte las piezas sólo puedo decirte que había una docena de Little Nemo y varias de etapas anteriores y también dibujos editoriales para los periódicos. Im-pre-sio-nan-tes todos.
Es el espacio total que ocupaba no estaba mal diseñada pero su ubicación la convertía en un ghetto casi desvinculado del Saló.

Saludos.

Alberich el Negro dijo...

Bueno, no es que el planteamiento cada vez más comercial y crematístico fuera el único motivo que terminó dando al traste con el mítico Salone Internazionale, pero sí influyó. Al menos es una de las principales razones que denunció Traini (uno de los creadores y principales organizadores del evento).

En cuanto a McCay, ya ves que he encontrado la foto de conjunto que hiciste. Un poco pequeña la exposición, la verdad, como para desplazarse hasta allí sólo para ver esas pocas piezas. Ahora, eso sí: impresionantes. Y no sólo las planchas de Little Nemo. Los dibujos que McCay realizó para la prensa de su época son sencillamente apabullantes.

Un saludete y gracias por la información extra.

tristan dijo...

Alberich,

la verdad es que uno se queda con ganas de ver más... supongo que no es fácil encontrar originales de McCay y que te los presten para exponerlos. La verdad es que puesta en valor la muestra era muy interesante, tanto para venir sólo por eso... no se, pero Barcelona bien vale un viaje.

Saludos, oh Sátrapa de Nibelheim.

Bbarron dijo...

Interesante reflexión, Tristán.

Personalmente coincido en lo que comentas respecto de la política de apostar por personas disfradas de superhéroes u otros personajes: es nefasta y contraproducente, te aseguras que te enfoca la cámara de televisión o el fotógrafo del periódico... ¿pero qué imagen ofreces?

(Sobre los premios he opinado aquí, http://miscomicsymas.blogspot.com.es/)

Jesús Duce dijo...

Coincido prácticamente con todo lo que expones.
Entiendo que existe diversidad de gustos y planteamientos, pero yo me inclino mucho más por un tipo de salones y muestras que se apoyen en lo cultural y lo artístico. No me gustan las frikadas que están ahora tan de moda. Las respeto, desde luego, pero no me atraen. No sé muy bien qué tienen que ver los juegos de rol o los grupos de música, por decir dos casos, con el mundo del tebeo.
Y lo cuentas de los puesto de chuches y el Corte Inglés es igualmente inadmisible.

tristan dijo...

Bbarron y Jesús,

esta banalización es un doble prejuicio tanto para el aficionado que no reconoce como suyo el certamen y luego de cara al exterior que se lleva una imagen distorsionada del sector.

Hay ruido de fondo ya que no sólo los aficionados nos quejamos, también los profesionales se están rebelando.

Saludos a los dos.

Bbarron dijo...

He enlazado tu crónica y de paso una crónica televisiva de un salón de 1983 que arroja una visión en cierto modo complementaria, imagino que sobre todo a los que no os perdéis una edición. Por lo que comentas en tu crónica, hay tela que cortar...

Anónimo dijo...

Cierto, Tristán.
Pero también decir que en el stand de Planeta era imposible comprar los integrales de gil Pupila, Lucky luke, los primeros recopilatores de Conan, lo mismo en EDT, imposible encontrar a Carlos Gimenez, integrales de Torpedo, etc…
Las librerías de segunda siguen desde hace 6 años con el material saldado de Norma.
Fui a comprar el último Tex de Ortiz en el stand de Aleta, ni 5%, me propusieron de NO darme bolsa (y aprovechara otra que llevaba), habían puesto Gran Premio del Salón a mano (Por Dios, que no había impresoras en algun lugar??).
El único que vi con gente es el e Astiberri y el de Norma, los demás bastante vacios, como siempre.
Cuando de pequeño ibas al Salón, te daban chapas, adhesivos, posters, y encontrabas gran cantidad de cómics.

Sinceramente, creo que no solo es FICOMIC, sino las propias editoriales.

Lo mejor de todo las exposiciones, que hay que reconocer que los últimos años han sido preciosas, en lo referente a material clásico.
salvador

Alberich el Negro dijo...

En el blog de Santiago García se está discutiendo en profundidad de este mismo tema. Y es que parece lógico...

También he dejado dicho allí que el paralelismo con Lucca me parece evidente y peligroso...

tristan dijo...

Salvador,
tienes razón en eso, supongo que entre el precio del stand, la bajada de ventas y la falta de novedades cada vez el margen es más pequeño.

Alberich,

el debate es intenso, se ve que el tema estaba latente y este año se ha destapado.

Saludos.